La comida, las rabietas y el sueño. Ya lo hemos comentado en otras ocasiones: estos tres temas acaparan la mayoría de las dudas e inquietudes de mamás y papás, en especial de los primerizos. Centrándonos en la hora de dormir, hay una pregunta que se hacen casi todos los padres. Y en general se la hacen a horas intempestivas de la madrugada, tras varios días, semanas o incluso meses sin poder descansar siete horas seguidas. Es posible que se hagan esa pregunta junto a la cama de su hijo, mientras intentan que vuelva a conciliar el sueño tras su enésimo despertar nocturno. Con ojos repletos de legañas y ojeras de cuatro centímetros, mamá o papá se preguntan... "¿cuándo dormirá toda la noche del tirón?".
El descanso es fundamental para los niños, pero también lo es para los adultos. Es normal sentir cansancio y frustración después de varias noches llenas de interrupciones, noches en las que el peque llega a despertar y demandar nuestra presencia hasta cinco, seis o siete veces. Sin embargo, una cosa es que esta etapa resulte complicada y otra distinta es que sea un problema. "Desconocer los procesos puede llevarnos a buscar soluciones para problemas que en realidad no existen", advierte Alberto Soler, psicólogo y profesor del curso «El sueño en la infancia». Hay niños que despiertan muchas veces cada noche, otros apenas lo hacen... y dicen que existen algunos que jamás abren los ojos hasta la mañana siguiente. No sabemos si estos últimos existen de verdad. Pero sabemos que los niños de los tres grupos pueden estar igual de sanos, porque estos despertares son simplemente normales.
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La pregunta correcta no es "¿cuándo dormirá toda la noche del tirón?"
El pediatra Carlos González, de amplísima trayectoria, está acostumbrado a que los padres le hagan con frecuencia esta pregunta. "La respuesta es nunca... porque nadie duerme toda la noche", apunta durante el curso «Lactancia y sueño». En efecto, todo adulto experimenta varios microdespertares a lo largo de una noche. Se trata de episodios breves, que unas personas recuerdan y otras olvidan. Los viven incluso aquellos privilegiados que presumen de no enterarse de nada desde que se meten en cama hasta que amanece. González explica que este comportamiento tiene que ver con la manera en que los seres humanos hemos dormido durante la mayor parte de la historia.
Porque hoy descansas en una cama confortable, protegido por muros, en una cálida habitación cerrada. Estás en un lugar seguro. Pero no hace tanto tiempo que se dormía a la intemperie, incluso en mitad del bosque o la selva. En esa clase de circunstancias, múltiples peligros podían aparecer en cualquier momento. Así que el ser humano se acostumbró a despertar con frecuencia para asegurarse de que las cosas iban bien. "Nuestros cinco sentidos pasan revista a todo el entorno en esos despertares parciales", comenta Carlos González.
Nosotros, adultos, despertamos tantas veces como nuestros hijos de 2, 3, 4 o 5 años. ¿Cuál es la diferencia? Que no lloramos ni reclamamos compañía cuando ocurre. "Por tanto, la pregunta correcta no es: ¿cuando va a dormir mi hijo toda la noche? La pregunta correcta es: ¿a qué edad va a dejar de llamarme llorando cada vez que despierte?", indica Carlos González. La mala noticia es que es imposible adivinar cuándo lo hará tu hijo, porque cada niño es distinto y la variabilidad es muy grande, según certifican los estudios. La buena noticia es que, tarde o temprano, tu hijo dejará de necesitarte al despertar.
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No hay que 'enseñar' a los niños dormir, sino entender y acompañar su sueño
Libros, técnicas, estrategias, engaños... en la red, en bibliotecas y librerías abundan los recursos destinados a enseñar a los niños a dormir. Pero lo cierto es que no se puede enseñar a nadie algo que ya sabe. "Los niños nacen sabiendo dormir igual que nacen sabiendo mamar", señala Alberto Soler. En «El sueño en la infancia», el psicólogo nos ayuda a comprender cómo evoluciona el sueño durante los primeros años de vida. El curso es una completa guía para entender los procesos de tu hijo, descartar mitos y prejuicios y detectar problemas reales. También ofrece ideas para acompañar a los peques y facilitar así el descanso de la familia, esencial para que haya buen ambiente en el hogar.
El complemento perfecto para el curso de Soler es «Lactancia y sueño», con Carlos González, que ahonda en las necesidades de los lactantes. El pediatra se apoya en numerosos estudios científicos sobre el sueño infantil. ¿Dicen esos trabajos cuándo duermen los niños toda la noche del tirón? Evidentemente, no. Nadie puede decirlo. Ármate de paciencia y no te preocupes. Entre los tres y los seis años, los despertares demandantes de tu hijo se irán reduciendo hasta desaparecer. Como muchos otros procesos, es una cuestión de tiempo... y sólo el propio niño puede marcar su ritmo.