Cuantos más cuentos hay en nuestras vidas, más felices somos. Un día alegre y divertido es incluso mejor cuando termina con un relato. En las jornadas duras, disfrutar con una buena historia antes de meternos en cama nos ayuda a encontrar la pausa. Hay algo mágico en la costumbre de leer cuentos antes de dormir. Al contrario de lo que alguna gente cree, no es una cuestión de edad. Los cuentos son para bebés, niños, adolescentes, jóvenes y mayores; pueden disfrutarse en soledad y en familia. La clave es encontrar la propuesta, el formato y el momento que mejor encajen con nuestros gustos y preferencias. De lo que no cabe duda es de que existen grandes diferencias entre las personas que buscan espacio para la lectura en sus vidas y aquellas que no lo hacen.
Los cuentos nos hacen más felices. Para los niños más pequeños, leer junto a mamá y papá supone vivir momentos de intimidad. Porque ante los libros estamos juntos, centrados en el ahora, compartiendo una misma experiencia. Los vínculos se fortalecen y la relación entre los miembros de la familia se estrecha. Los beneficios a nivel afectivo son más que evidentes; pero por supuesto, no son los únicos. La ciencia comprende cada vez mejor qué ocurre en el cerebro de los niños cuando fomentamos el hábito lector desde la primera infancia. Un estudio reciente sostiene que la brecha entre los que escuchan cuentos a diario y aquellos que no lo hacen podría ser de más de un millón de palabras.
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Los niños que escuchan cuentos a diario están expuestos a un millón de palabras más
El manejo del lenguaje es fundamental para el ser humano. La adquisición del habla es un proceso complejo y muy importante en el neurodesarrollo del niño. "El lenguaje es la herramienta que nos permite comunicarnos y nombrar el mundo. Con el lenguaje damos forma y vestimos nuestras ideas y pensamientos. En definitiva, con el dominio del lenguaje aprende a comprender y dominar su entorno", comenta la neuropediatra María José Mas, profesora del curso «El Neurodesarrollo. ¿Cómo saber que todo va bien?» en Escuela Bitácoras.
Desde que pronuncian su primera palabra, los niños no hacen más que incrementar su vocabulario. En este punto es donde los cuentos juegan un papel determinante. Un estudio publicado en 2019 en el Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics profundiza en la relación entre lectura compartida de cuentos, el vocabulario de los niños y el desarrollo de la lectoescritura. Según los autores, los niños que lean 5 cuentos diarios junto a sus padres llegarán a primaria habiendo escuchado 1.400.000 palabras más que los niños que no tienen ese hábito. Con apenas un cuento diario, el salto es de unas 290.000 palabras.
Esta brecha podría explicar, a ojos de los investigadores, muchas diferencias en cuanto a vocabulario y fluidez a la hora de leer y escribir. "Los niños expuestos a un vocabulario variado estarán mejor preparados para ver esas palabras impresas al llegar a la escuela", explica Jessica Logan, principal autora del trabajo. Además, Logan se reconoce "impactada por el hecho de que muchos padres admitan que nunca o casi nunca leen a sus hijos".
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Los incontables beneficios de la lectura compartida entre padres e hijos
Nunca es demasiado pronto para leer junto a los niños. De hecho, puedes hacerlo incluso durante el embarazo, ya que los bebés escuchan y reconocen la voz de su madre entre el cuarto y el sexto mes de gestación. La lectura compartida impulsa el desarrollo del lenguaje oral, favorece la conexión emocional y fomenta el amor por los libros. Además, los cuentos estimulan el pensamiento crítico de los niños y son un poderoso recurso pedagógico. Alegría y amistad, pérdida y separación, miedos y valores... no hay nada de lo que no podamos hablar a través de los relatos. También pueden ser grandes aliados de cara a la lectoescritura, siempre y cuando seamos capaces de entender en qué consiste este proceso.
Por eso la ciencia lo tiene claro: niños que leen son niños sanos, felices y despiertos. En el curso «Los cuentos como base del aprendizaje», María Coca nos muestra cómo aprovechar al máximo los momentos de lectura compartida junto a los niños. Para desarrollar tu criterio a la hora de escoger cuentos y mejorar tus habilidades como narradora, matricúlate en el curso «Cuentos que cuentan», con Paloma Balandis y Cristina Saraldi.
En Escuela Bitácoras también encontrarás las recomendaciones bibliográficas de una experta como Laura Richichi, en los cursos «Literatura respetuosa® en la infancia» y «Literatura respetuosa® desde los 2 hasta los 5 años». Tienes más de un millón de razones para compartir tu pasión lectora con tus hijos.