El primer semestre de vida de un bebé es una etapa hermosa e ilusionante. Pero, al mismo tiempo, es también un periodo repleto de dudas. Los padres queremos tener la certeza de que todo va bien, de que el pequeño está sano y no tendrá ningún problema para desarrollarse de forma saludable. Todos sabemos lo mal que se pasa cuando un recién nacido llora durante largos ratos, sin que seamos capaces de comprender qué ocurre ni de averiguar cómo consolarle. Si esto sucede cuando ese bebé tiene entre 2 y 16 semanas de vida, solemos valorar la posibilidad de que sea un caso de cólico del lactante.
La buena noticia es que el cólico del lactante no es, como veremos, un problema grave. Por contra, la mala noticia es que sus causas no están totalmente claras, pese a los numerosos esfuerzos investigadores realizados durante varias décadas. Además, se trata de un malestar que padecen cerca de la mitad de niños y niñas antes de cumplir los cuatro meses. Quizá haya sido tu caso; o puede que estés viviendo esa situación en casa en este momento. O tal vez conozcas a alguna familia desesperada por encontrar un alivio a una situación muy desagradable.
Si estás en cualquiera de estas circunstancias, no dejes de consultar el curso «El cólico del lactante». El fisioterapeuta pediátrico José Luis García Morales te ofrece, a lo largo de sus 12 lecciones, consejos prácticos para acompañar a tu bebé y técnicas eficaces para mitigar su malestar.
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¿Qué es el cólico del lactante?
Seguro que has escuchado hablar de cólicos en infinidad de ocasiones. Sin embargo, ¿qué es el cólico del lactante propiamente dicho? La definición de referencia la aportó Wessel en 1954. Se trata de un cuadro benigno y limitado en el tiempo de un llanto intenso e inconsolable. Suele aparecer por la tarde o por la noche. Por lo general, surge en torno a la segunda o tercera semana de vida; y puede tener un punto álgido de intensidad cuando el bebé alcanza la sexta semana. Afortunadamente, se resuelve y queda superado aproximadamente entre las semanas 12 y 16.
El llanto relacionado con el cólico del lactante es inconsolable, pero no suele tener causa visible. Es decir, no podemos vincularlo con nada que le ocurra al bebé inmediatamente antes de que empiece a llorar. Porque otro de los rasgos distintivos de este cuadro es que el llanto suele tener un inicio y un final claros. Por otra parte, mamás y papás acostumbran a distinguirlo del 'llanto normal'. Lo perciben como más intenso, con un tono más elevado.
Para identificar el cólico del lactante, Wessel estableció una norma popularmente conocida como regla del tres. El bebé llora durante más de tres horas diarias y lo hace más de tres días a la semana. Además, este llanto persiste de manera reiterada durante más de tres semanas. Pero... ¿qué pasa si un bebé llora y llora, aunque sin llegar a cumplir la regla establecida por Wessel?
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¿Qué puedo hacer si mi bebé llora, pero no según la regla de Wessel?
Como es evidente, hay muchos bebés que lloran de forma inconsolable e intensa, aunque no lo hacen durante 3 horas diarias, tres días a la semana y a lo largo de tres semanas seguidas. "Quizá entonces no podemos llamarlo cólico del lactante... pero son bebés que lloran y necesitan ayuda", subraya José Luis García Morales en «El cólico del lactante». Por eso, en el curso se detiene a analizar las diferentes causas que pueden provocar que un bebé llore de este modo.
Ante un caso de cólico del lactante, muchas familias se encuentran con que nadie les aporta otra solución que la paciencia. Al fin y al cabo, se trata de un cuadro autolimitado. Un bebé con cólico dejará de llorar alrededor de los 4 meses. Pero hay situaciones en las que sí podemos hacer algo para aliviar la situación. "Ese llanto nos está indicando malestar de algún tipo", sostiene el fisioterapeuta pediátrico.
Por supuesto que es necesario armarse de paciencia y no dejarnos llevar por el nerviosismo o la frustración. Pero esto tampoco significa que el único remedio sea limitarse a esperar a que pase la tormenta. Podemos probar soluciones sencillas y, si es preciso, acudir a la consulta de un profesional. José Luis García nos habla del reflujo gástrico, del estreñimiento, de alergia a la proteína de la leche y de muchas otras posibles causas del cólico del lactante; y nos brinda algunas claves para actuar de acuerdo con la situación en que nos encontremos.