El cuento de El patito feo, que nos habla de los prejuicios y de la crueldad que puede haber tras ellos. La historia de El traje nuevo del emperador, toda una invitación a desarrollar el espíritu crítico, a no asumir nada como cierto simplemente porque los demás lo hagan. Y por supuesto, el impresionante relato de las aventuras de El soldadito de plomo. Todas estas narraciones llevan casi dos siglos transmitiéndose de generación en generación, después de ser publicadas en el siglo XIX por Hans Christian Andersen. El escritor danés nació el 2 de abril de 1805; y en su memoria, esa es la fecha en que se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Sin embargo, hoy no vamos a hablarte de sus obras, ni sobre ningún libro en particular. Hoy queremos reflexionar sobre un aspecto transversal, decisivo en todo lo que sucede alrededor de los momentos de lectura compartida con niños. En realidad, se trata de una cuestión determinante en cualquier acto comunicativo, no sólo con los peques, sino también entre adultos. Estamos hablando de la consciencia, de la enorme importancia de ser conscientes de las decisiones que tomamos y de los motivos que nos conducen a ellas.
Leer con nuestros hijos o nuestros alumnos es comunicarnos con ellos. ¿Somos realmente conscientes de la forma en que lo hacemos? Paloma Balandis y Cristina Saraldi nos proponen profundizar en ello en el curso «Cuentos que cuentan».
Más información sobre el curso «Cuentos que cuentan. Los cuentos como recurso pedagógico»
¿Qué significa 'ser conscientes' de la manera en que nos comunicamos?
Según el diccionario de la Real Academia Española, la consciencia es el "conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones". Otra definición explica que es la "capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento". Podemos concluir que, desde el punto de vista que aquí nos interesa, la consciencia es algo humano, una herramienta para mirarnos, conocernos y responsabilizarnos de lo que somos, lo que decimos y lo que hacemos.
En ocasiones no somos del todo conscientes de nuestro proceder al interactuar con los más pequeños. Repetimos las mismas frases que quizás nuestros padres emplearon con nosotros. Decimos "no tengas miedo" a un niño que siente temor; por supuesto sin mala intención, pero también sin consciencia. Igualmente, tendemos a emitir juicios de valor sobre lo que hacen, con los manidos "muy bien" o "muy mal"; y a ponerles etiquetas, del estilo de "eres un desordenado" o "eres una desobediente". También recurrimos al castigo, al sermón y a muchas otras medidas cuanto menos discutibles.
"Es importante darnos cuenta de lo que hacemos y de lo que no, de nuestros errores y nuestros aciertos. La crianza es un camino de aprendizaje, también a través de los fallos", sostiene Cristina Saraldi. La lectura compartida de cuentos puede ayudarnos a tomar responsabilidad y consciencia sin caer en la culpa. Se trata de cambiar de mirada, de confiar más en ellos. En suma, de ponernos unas 'gafas de niños' para ver el mundo como ellos lo ven; contagiándonos de su entusiasmo y su asombro. Y sin duda alguna, los cuentos están entre los mejores recursos para lograrlo.
Más información sobre el curso «Los cuentos como base del aprendizaje»
Cómo desarrollar tu criterio para escoger y compartir cuentos con tus hijos
Como hemos analizado, no solemos reflexionar sobre la forma en que hablamos a los niños. Tampoco tenemos el hábito de cuestionar otras decisiones que tomamos. Por ejemplo, ¿por qué escogemos un libro en lugar de otro? ¿Porque nos gusta a nosotros, porque lo consideramos apropiado, porque es del interés del niño o niña...? Compartir momentos de cuento con ellos es esencial, porque fortalece vínculos y fomenta el amor por la lectura. Pero no sólo importa leer, también cuenta qué leemos y cómo leemos. Y para ello necesitamos desarrollar un criterio, algo que rara vez nos enseñan.
El curso «Cuentos que cuentan», impartido por Paloma Balandis y Cristina Saraldi, ofrece herramientas para aprovechar al máximo el valor de los cuentos como recurso pedagógico. Porque leyendo juntos podemos comunicarnos con los niños, transmitirles valores y construir relaciones basadas en el respeto y en la confianza mutuos, si sabemos cómo hacerlo. Una formación totalmente complementaria con el curso «Los cuentos como base del aprendizaje», en el que María Coca presenta las claves del 'método Chubarovsky'. Propuestas y estrategias para armonizar la lectura de relatos y el aprendizaje en valores, el desarrollo de la lectoescritura, la creación de imágenes internas...