Es normal que la seguridad sea una de las principales inquietudes de las mamás y los papás que meditan la opción de portear a sus bebés. ¿De verdad estará seguro mi hijo? ¿En serio que no se va a caer al suelo? ¿Puede hacerse daño en alguna parte del cuerpo? Son ejemplos de dudas frecuentes entre los primerizos en el porteo. Preguntas que además es muy sano hacerse, porque cuanto más sepamos más tranquilos estaremos. Al mismo tiempo, sin embargo, llama la atención que sean muchísimas menos las cuestiones que surgen en torno a otras alternativas, como los carritos. Nos han convencido de que son cómodos y seguros y a nadie se le pasa por la cabeza ponerlo en duda. ¿Realmente lo son?
Carritos al margen, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el porteo es seguro. Precisamente eso es lo que destaca el eslogan de la Semana Europea del Porteo, que en 2021 se celebra entre el 3 y el 9 de mayo: Seguro en mis brazos (Safe in my arms). Porque los bebés están seguros cuando porteamos y también se sienten seguros gracias a la proximidad y el contacto. Por supuesto, es importante practicar el porteo de manera consciente y responsable, conociendo unas claves sencillas para disfrutar de esta práctica. En el curso «Portea bien a tu bebé», Elena López te cuenta todo lo que necesitas saber para elegir un portabebés adecuado y empezar a utilizarlo.
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¿Es seguro portear a mi bebé?
Por motivos evidentes, los temores de los padres tienden a ser más intensos cuanto más pequeño sea su hijo. No es lo mismo portear a un bebé de pocas semanas que a uno de varios meses. Cuando es muy pequeño, uno de los puntos a los que debemos prestar más atención es el nivel de tensión del portabebés. Aunque a menudo nos fijamos mucho más en otros detalles, como la posición de la espalda o la piernas; es fundamental asegurarnos de que está correctamente tensado, nunca demasiado flojo. De este modo evitaremos no sólo las caídas, sino también movimientos que puedan pasarnos inadvertidos y que dejen al bebé en posturas incómodas, sobre todo para respirar.
El tema de la respiración también suele generar preguntas al hablar de porteo. Muchos padres temen que las vías respiratorias de sus hijos queden obstruidas mientras van en el portabebés; y de hecho, cada cierto tiempo se conocen casos de asfixia. Es el mismo tipo de accidente que se produce cuando se dejan mantas y almohadas en las cunas de los bebés, por ejemplo. La clave no está en el aparato, sino en la forma en que lo usamos. Un truco sencillo para saber si el niño podrá respirar sin apuros es comprobar que podemos ver perfectamente su nariz y su boca cuando estamos porteando. Si no están a la vista, la postura no es adecuada. En el curso «Portea bien a tu bebé», Elena López repasa otros aspectos esenciales para garantizar la seguridad en el porteo.
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Por qué los bebés se sienten seguros con el porteo
Si lees el blog con frecuencia o si has completado alguno de los cursos de Escuela Bitácoras, seguro que el término exterogestación te resulta familiar. Los seres humanos contamos con un cerebro de gran tamaño, pero en el momento del nacimiento está todavía muy lejos de alcanzar su madurez. Sucede lo mismo con el sistema nervioso central, que no ha completado su desarrollo cuando llega el parto. "Para equipararla a la de otras especies, la gestación humana debería durar veintiún meses en lugar de nueve", señala la educadora Laura Estremera en el curso «Desarrollo de los primeros años». Por eso, durante su primer año de vida, los bebés necesitan vivir en unas condiciones similares a las que conocieron en el útero materno.
De ahí que la necesidad de contacto esté entre las más importantes en esos primeros meses. Para un bebé, la falta de contacto puede ser tan angustiosa como el hambre. Por eso el porteo contribuye a su bienestar: porque permite que podamos responder a esa necesidad de forma fácil. "Los portabebés nos permiten darles todo el contacto que necesitan y, al mismo tiempo, tener facilidad de movimientos, las manos libres e independencia para atender otras necesidades, sean nuestras, del bebé o de otras personas", apunta Elena López, asesora de porteo de amplísima experiencia y profesora del curso «Portea bien a tu bebé».