Desde el año 1962, cada 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada. Se trata de un acontecimiento que cuenta con especial popularidad en países como República Dominicana, Argentina o Colombia. La fecha se escogió, sin embargo, recordando el día de 1240 en que murió Ramón Nonato, un santo español. El sobrenombre se lo debe a la manera en que vino al mundo, con una improvisada cesárea cuando su madre ya había fallecido. También por eso se le escogió patrono de las embarazadas y parturientas.
En este día recordamos la importancia de los cuidados de la mujer durante el embarazo y en las semanas posteriores al parto. Como padres, a menudo concentramos toda nuestra atención y energía en la salud del bebé. Es normal que el peque sea lo que más nos preocupa. Aún así, esto no debe hacernos olvidar que para tener un hijo sano y feliz es fundamental que la mamá se sienta de ese modo. Merece la pena que las mujeres embarazadas dediquen tiempo a cuidarse y sentirse bien consigo mismas. Si para ello cuentan con el apoyo y la compañía de sus parejas y familiares, mucho mejor.
Por ejemplo, si bien el descanso es fundamental durante los meses de embarazo, también el ejercicio físico adecuado resulta saludable. Existen actividades y masajes especiales que son beneficiosas para zonas del cuerpo como el suelo pélvico o periné. Conocer qué ejercicios realizar, cómo hacerlos correctamente y con qué intensidad y frecuencia es de gran ayuda para asegurar el bienestar de la embarazada. Del mismo modo, el estado de ánimo y de salud mejoran de forma considerable cuidando de la dieta. La información sobre qué alimentos consumir y cuáles evitar también contribuye a prevenir problemas como la toxoplasmosis o la listeriosis.

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Vas a ser madre... pero no vas a dejar de ser tú misma
La llegada de un bebé puede hacer que dejemos de lado ciertos aspectos imprescindibles para el equilibrio emocional. Muchas parejas ansían estar preparadas para recibir a su hijo y sitúan en segundo plano algo tan importante como los cuidados mutuos. Al fin y al cabo, que la familia sume un miembro no hace que los demás tengan menos necesidades. La sexualidad es otra de las cuestiones que puede quedar relegada, ya sea por temor o por desconocimiento.
Por otro lado, la conciliación no empieza estrictamente después del parto. Mientras se mantienen activas, las premamás necesitan sentir que su vida profesional y su nueva situación personal conviven en armonía. Evitar improvisaciones y tener claro en qué situación estamos es clave para evitar estrés y desavenencias en el entorno laboral. La gestión del descanso y las horas de sueño o las particularidades de la higiene son otros puntos relevantes a los que no se presta la atención precisa durante el embarazo.
En el curso «Cuidados de la mujer en el embarazo y el postparto» te invitamos a profundizar en todos estos temas y muchos otros. Para ello contamos con Sara Cañamero, matrona, enfermera pediátrica, instructora de pilates y asesora de lactancia materna. Desde su experiencia profesional y personal, Sara aporta información y consejos con un enfoque eminentemente práctico. Todo lo que necesitas para disfrutar más y mejor de tus meses de embarazo y la etapa del postparto. Lo notarás tú, lo notarán quienes te rodean y lo notará tu bebé.