Caminar a los doce meses, hablar a los veinticuatro, dejar el pañal poco después... todos estos hitos forman parte de un calendario sin ningún fundamento, pero que muchos padres tienen profundamente interiorizado. Sea por presión social o por cualquier otra razón, creemos que los niños deben hacer determinadas cosas a determinada edad. Y lo que es peor: pensamos que es anormal e incluso preocupante que no lo hagan en ese momento. La lectoescritura no está al margen de esta absurda programación. Cuando los peques tienen entre cuatro y seis años, mamás y papás dan por hecho que tienen que aprender a leer y escribir.
Todos los padres deberíamos conocer la diferencia entre aprendizaje y maduración. De esta manera podríamos acompañar desde el respeto los procesos de desarrollo de nuestros hijos. En el caso de la lectoescritura hay incluso algo más. Porque queremos que aprendan a leer. Queremos que aprendan a escribir. Pero... ¿realmente comprendemos en qué consisten estas capacidades? Antes de seguir con el post, dedica unos minutos a pensar en sus definiciones. Puedes redactarlas en un papel. Parece fácil... pero tal vez descubras que es más complicado de lo que creías.

Más información sobre el curso «Lectoescritura»
Lo que solemos pensar que es leer
Una de las definiciones habituales tiene que ver con el reconocimiento de las letras. Se considera que si un niño ve una 'A' y dice "es una A", sabe leer o está en el camino del aprendizaje. Pero, si nos detenemos a analizarlo, entenderemos que reconocer letras o recitar el abecedario de carrerilla tiene más que ver con la memoria que con la lectoescritura. "De la misma forma que ven un dibujo de un sol y saben que es un sol, pueden ver una letra y saber cómo se llama. Eso no significa que estén leyendo", explica Laura Estremera, profesora del curso «Lectoescritura».
Entonces, ¿podemos decir que reconocer una palabra completa es leer? Puede ocurrir que un niño reconozca un logotipo que ve muy a menudo, como el de la marca de cereales que desayuna. Si escribiésemos una palabra similar usando la misma tipografía, es posible que no percibiese los matices. En realidad no está accediendo al significado de la palabra. Por eso no deberíamos decir que está leyendo.
Pensemos, por tanto, en un peque que puede leer en voz alta cuatro párrafos. Al hacerlo, respeta las pausas marcadas por comas y puntos. ¿Está leyendo? Si te ponen delante un texto en euskera, podrás sonorizarlo sin grandes apuros... pero salvo que conozcas el idioma, no comprenderás nada. "Hay niños de primaria que son capaces de sonorizar textos, hacer las pausas cuando deben, entonar... pero no comprenden lo que leen. Esa no es la utilidad real de la lectoescritura", advierte Laura Estremera.
Entonces, ¿en qué consiste realmente leer y escribir?
Los padres solemos pensar erróneamente que leer es reconocer letras y palabras; mientras que escribir es realizar trazos. Incluso hay educadores que tratan de enseñar a los niños partiendo de estas definiciones equivocadas. Así, olvidamos el ingrediente más importante: interpretar y comprender información, en el caso de la lectura; y expresar ideas, en el de la escritura. De poco o nada sirve que memoricen qué forma tienen las letras y qué sonidos corresponden a cada una, si son incapaces de extraer o transmitir información usando esas herramientas.
En el curso «Lectoescritura», Laura Estremera nos ayuda a comprender este proceso para acompañarlo desde el respeto y el conocimiento. Con ella aprenderás qué ocurre en el cerebro cuando leemos, qué requisitos tiene que reunir el niño para afrontar el recorrido de la lectoescritura, cuáles son los materiales apropiados... Laura es Técnico Superior en Educación Infantil, Maestra de Audición y Lenguaje y una apasionada de las pedagogías activas. Y esta es su definición de leer y escribir:
"Leer es ser capaz de sonorizar las letras, las palabras, las frases, los párrafos y comprenderlos. Escribir no es sólo hacer trazos. Es ser capaz de expresar ideas por escrito. Esto implica planificar previamente lo que se va a escribir, saber organizarlo y saber plasmarlo. La lectura sirve para comprender y la escritura sirve para expresar".
Laura Estremera - Curso online «Lectoescritura», Escuela Bitácoras