El 14 de junio de 1936 se constituyó la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE). Desde entonces, este organismo ha sido referente en la lucha por los derechos de los usuarios de la lengua de signos española. En recuerdo de la fecha de su creación, cada 14 de junio celebramos el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas. Es una jornada idónea para recordar que los beneficios del uso de la lengua de signos no sólo alcanzan a las personas sordomudas, ni muchísimo menos. Como herramienta de comunicación, majarle supone una riqueza para cualquiera. Y en el caso de los bebés, las ventajas son incluso mayores.
Ofrecer signos a niños pequeños es una hermosa manera de estimular su desarrollo intelectual. Les proporciona un recurso para comunicarse antes de adquirir habilidades de habla. Además, varios estudios han demostrado que los bebés signantes tienen una facilidad singular para aprender nuevos idiomas cuando crecen. En el curso «Lengua de signos para bebés», Ruth Cañadas nos muestra que el objetivo no es que el bebé conozca cientos de gestos. Lo importante es jugar, expresar y reforzar vínculos mientras desarrolla su psicomotricidad, su atención visual y su carácter. Por eso los cuentos son un complemento perfecto para asimilar la lengua de signos: nos permiten aunar diversión y aprendizaje.
Más información sobre el curso «Lengua de signos para bebés»
Lectura y comunicación
Leer un cuento es una de las formas más eficaces de conectar con un niño. Ante las páginas de un libro es sencillo que tu hijo y tú encontréis la armonía y la pausa, con un mismo interés, centrados en el aquí y el ahora. De ahí que la lectura compartida genere momentos tan especiales como los del mágico cuento antes de dormir. Combinando cuentos y signos no renunciamos a ninguna de las ventajas de los relatos, sino que intentamos potenciarlas. "La idea es utilizar los cuentos como herramienta comunicativa para introducir los signos", explica Ruth Cañadas.
"Los cuentos nos ayudan a mostrar los signos y a que los peques puedan reproducirlos después. Nos acercan mucho al mundo de los niños, porque a través de los cuentos podemos crear, imaginar, sentir cosas increíbles. Son una gran herramienta para usar desde que son muy pequeños. Estimulamos el lenguaje, la imaginación, nos relajamos y estrechamos vínculos. Si además ofrecemos signos con ellos, el niño puede asimilarlos y aprenderlos", añade Ruth. De este modo, a través de los signos también les transmitimos amor por los libros. Como apunta Beatriz Millán en el curso «Cómo apasionar a los niños por la lectura», es un regalo para toda la vida.
¿Qué cuentos utilizar para ofrecer signos a un bebé?
Ruth Cañadas recomienda empezar por libros que ofrezcan imágenes reales. Seguro que tienes por casa alguno con fotografías de animales, de actividades diarias, de frutas y comidas... Siempre ayuda realizar un pequeño trabajo previo a la lectura. Echa un vistazo a las páginas y elige qué signos vas a ofrecer a tu bebé. Recuerda que lo importante es que os comuniquéis y paséis un buen rato, así que basta con mostrar un par de signos nuevos en cada ocasión. A medida que los entienda y los asimile, puedes introducir otros. Por supuesto, lo idóneo es que con los cuentos puedas ofrecerle signos que vuelvan a aparecer durante vuestras rutinas diarias.
Existen cuentos especiales que incluyen en sus páginas representaciones gráficas de los signos. Resultan muy útiles cuando el adulto está aprendiendo la lengua mientras se la ofrece al bebé. En cualquier caso, no hay recurso más potente que la imaginación. Abre una revista con fotos atractivas, colócala ante la mirada de tu hijo y libera tu creatividad. Inventa un relato y ve usando signos para señalarle animales y objetos. Déjate contagiar por el entusiasmo y la capacidad de asombro de tu pequeño. No tardarás en descubrir que educarle es una maravillosa manera de aprender y recuperar pasiones que tal vez habías olvidado.