La propuesta pedagógica de Emmi Pikler nos plantea una manera diferente de relacionarnos con los niños. Podríamos decir que el movimiento libre es mucho más que movimiento libre. Preparar un entorno seguro para que el niño pueda moverse con libertad no es más que el comienzo. Porque los cambios más importantes no son los que hacemos en el espacio, sino los que se producen en el niño, en el adulto que le acompaña y en los vínculos entre ambos. Las ideas de Pikler nos invitan a confiar en las capacidades del niño, a descubrir nuevas formas de entender el respeto por su ritmo y su desarrollo.
"Todo lo que hacemos tiene consecuencias en el niño a nivel emocional, no sólo a nivel físico", indica Eduardo Rodríguez, profesor del curso «Movimiento libre del niño en la etapa 0-3 años». A lo largo de sus 12 lecciones, Eduardo desgrana las claves de la pedagogía Pikler y nos acompaña en el proceso de cambiar nuestra mirada hacia la infancia. También nos explica cómo preparar un ambiente adecuado para el movimiento libre. Como podrás comprobar a través de esta completa formación, los beneficios para los niños son numerosos y alcanzan muchos aspectos de su desarrollo. "Vale la pena aprovechar la oportunidad de acompañarles desde una nueva perspectiva y permitirles alcanzar por sí mismos diferentes estadios de su desarrollo motor", señala Rodríguez.

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Los beneficios físicos
1. Las posturas intermedias. Los niños que disfrutan de tiempo, espacio y condiciones para moverse con libertad adquieren muchas más posturas intermedias. Son todas aquellas que van desde la horizontalidad (estar tumbado) hasta la verticalidad (ser capaz de caminar sin ayuda). De este modo, su crecimiento será más rico que el de un niño habitualmente obligado a mantener posturas que no lograría alcanzar sin la intervención de un adulto. Hay grandes diferencias entre sentar a un niño y permitir que él mismo consiga sentarse.
2. Movimientos más armónicos. El movimiento libre aporta algo tan importante como equilibrio. Un niño que alcanza por sí mismo las distintas etapas del desarrollo motor puede estar más relajado. Recorre el proceso a su ritmo y no necesita mantenerse alerta para conservar el equilibrio. Imponer una postura a un niño provoca que su estructura personal sea mucho más tensa.
3. Soltura a la hora de realizar actividades. Como consecuencia de lo anterior, los niños pueden concentrarse en el juego y los aprendizajes. Todas sus energías y su atención pueden volcarse en la actividad que realizan. Es algo que los adultos podemos comprobar a través de la observación: el equilibrio es imprescindible para que experimenten situaciones placenteras.
4. Preparación para situaciones de riesgo. "No quiero decir que los niños que crecen en movimiento libre no sufran caídas. Pero lo que se observa es que son más prudentes, tienen más recursos ante esa clase de situaciones", apunta Eduardo Rodríguez. Un niño expuesto a una situación a la que no ha llegado por sus propios medios no puede prever qué va a ocurrir. Si no conoce los riesgos, no puede anticiparse a ellos. Cuando se desarrollan en libertad, la evaluación y respuesta a los peligros forman parte de su aprendizaje.
Los beneficios cognitivos
5. Los proyectos previos. El cerebro de un niño que crece en movimiento libre tiene que mantenerse activo. Necesita múltiples conexiones interneuronales para enviar las señales que desencadenan las acciones motoras. La iniciativa para propiciar todas esas conexiones es lo que se llama proyectos previos. Un niño que quiere sentarse por sí mismo tiene que tener la idea y ejecutarla paso a paso. En cambio, un niño sentado por un adulto no tiene que activar su cerebro para completar la acción. Desde la perspectiva de la experimentación cognitiva, el crecimiento en movimiento libre es mucho más rico.
6. Desarrollo de la creatividad. ¿Has estado alguna vez en una escape room? Estas actividades son interesantes porque nos invitan a usar nuestra imaginación. Tenemos que encontrar el camino por nosotros mismos. Es parecido a lo que hace un niño en movimiento libre: utiliza sus propios recursos para llegar a los distintos estadios del desarrollo motor. Idea, planifica, prueba, cambia, repite. Todos estos ejercicios son beneficiosos para el florecimiento de su creatividad.
7. Oportunidad para futuras etapas del desarrollo infantil. Como hemos señalado, moviéndose en libertad desarrollan su equilibrio. También otras capacidades, como la visión o la coordinación. Asentar estas destrezas tiene consecuencias positivas en etapas posteriores, como el momento de asimilar la lectoescritura.

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Los beneficios emocionales
8. Autoestima. ¿Hay algo que nos aporte más confianza en nosotros mismos que conseguir lo que nos proponemos? Cuando un adulto interviene en exceso, lo que el niño interioriza es que no está preparado, que no puede lograrlo sin ayuda.
9. Seguridad. El niño en movimiento libre aprende a evaluar riesgos y a protegerse de ellos. Actúa con más prudencia y se siente seguro a la hora de experimentar.
10. Autoconocimiento. Tener distintas experiencias físicas y neuronales permite que el niño se conozca más y mejor. Descubre su propio cuerpo, sus capacidades y sus límites. Esta información es decisiva en el asentamiento de su carácter y su personalidad.
11. Autorregulación. Un niño que se conoce bien es capaz de autorregularse mejor. Esta capacidad tiene gran importancia para ellos. Afecta a aspectos de su vida cotidiana como el sueño o la alimentación: sólo él mismo puede saber si tiene hambre o desea dormir. "No todos los problemas de alimentación y sueño se solucionan con el movimiento libre, pero sí es una ayuda que proporciona beneficios", advierte Eduardo Rodríguez.
12. Confianza. Un adulto que permite el movimiento libre aprende a confiar en las capacidades y el potencial del niño. Al mismo tiempo, un niño que crece en movimiento libre siente que se valora su forma de ser. La consecuencia directa es un incremento de la confianza mutua. "Respetar su movimiento libre y su desarrollo motor significa respetarle tal y como es. Respetamos qué nos quiere decir, cómo se quiere expresar", explica Eduardo.