Desde el comienzo de la crisis del coronavirus, millones de mujeres embarazadas en todo el mundo viven con el corazón en un puño. ¿Puede afectar el COVID-19 al buen curso de la gestación? ¿Existe peligro de contagio al bebé? ¿Cómo afrontar el parto? ¿Y las semanas inmediatamente posteriores? ¿Es seguro que una madre infectada ofrezca lactancia materna a su hijo recién nacido? Son sólo algunas de las preguntas que la nueva situación ha puesto en la mente de mamás y futuras mamás. Inquietudes más que comprensibles: durante una etapa tan especial como el embarazo, lo primero es la seguridad del pequeño en camino.
Por mucho que suene a tópico, lo fundamental es hacer un esfuerzo por mantener la calma. Sí, es difícil hablar de tranquilidad en estos momentos de incertidumbre. Pero como sabes, el bienestar y la felicidad de la madre embarazada son muy importantes para el bebé. Además, no podemos olvidar que nos enfrentamos a un virus nuevo y, en gran medida, todavía desconocido. Hay avances y descubrimientos sobre el coronavirus prácticamente cada día. Los investigadores obtienen nuevas evidencias y los profesionales sanitarios actualizan sus protocolos. Por eso es buena idea que consultes fuentes fiables de forma habitual.
Mantente en contacto con el ginecólogo que siga tu embarazo y deja que sea él quien te asesore. Además, centros como el Hospital Clínic de Barcelona publican y actualizan constantemente su protocolo de coronavirus y gestación. Para ofrecer las pautas básicas a futuras mamás, en Escuela Bitácoras hemos consultado a la doctora Iria González, del servicio de ginecología del Hospital Universitario Lucus Augusti.

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¿Cómo afecta el COVID-19 a las embarazadas?
Es esencial tener presente que aún no tenemos muchos datos. Ni sobre coronavirus en general, ni sobre su impacto en mujeres embarazadas en particular. Hasta la fecha existen pocos casos de hospitalización por problemas respiratorios en gestantes. No se ha constatado transmisión vertical de la infección de madre a hijo, ni existen noticias de contagio en partos por cesárea. Tampoco se ha podido comprobar que una mujer con COVID-19 tenga más posibilidades de sufrir aborto o pérdida gestacional. Por ahora, las investigaciones realizadas invitan a la tranquilidad.
Conviene recordar, en cualquier caso, que las infecciones pueden suponer contratiempos durante el embarazo. El coronavirus no es una excepción. Un aumento de temperatura de la madre puede afectar al bienestar del bebé; y si se mantiene por encima de 39 grados, existe riesgo de daño en placenta y embrión. Los protocolos vigentes aconsejan seguimiento exhaustivo de la temperatura corporal de mujeres infectadas por coronavirus, así como ingreso hospitalario en casos de fiebre alta.
¿Debo acudir a las consultas de seguimiento de embarazo, pese al riesgo de contagiarme?
Es una cuestión que debes tratar con tu centro sanitario. Según el objetivo de la consulta, es posible que te propongan aplazarla o realizarla de forma telemática. Si la visita al hospital se considera imprescindible, llama antes de acudir para informarte sobre las medidas de seguridad que debes tomar. Podemos visitar urgencias si es preciso, pero es muy importante avisar por vía telefónica antes de llegar. Los sanitarios trabajan para mantenerte a salvo, a ti y a tu bebé; pero agradecerán cada minuto que puedas darles para prepararse. Cuando estés en el hospital, sigue todas las indicaciones que te ofrezcan los profesionales.
¿Qué medidas de higiene y prevención ante el coronavirus deben seguir las mujeres embarazadas?
Las medidas de higiene indicadas para la población general son aplicables a mujeres embarazadas.
- Lavarnos las manos de forma habitual, con agua y jabón, durante 20 segundos.
- Toser y estornudar en la parte interior del codo.
- Usar mascarillas y pañuelos de usar y tirar.
- Evitar tocarnos la boca, la nariz y los ojos.
- Tener máximo cuidado con barandillas, ascensores y otros lugares y objetos tocados con frecuencia.
- Mantener el distanciamiento social.
Además, una mujer embarazada puede tomar medidas adicionales. Es recomendable anular o limitar al máximo las salidas, así como las visitas en casa. Si existe esa posibilidad, lo ideal es que tenga una habitación y un cuarto de baño de uso exclusivo, con buena ventilación. También es recomendable beber agua en abundancia y hacer deporte a diario. El ejercicio físico debe contar con la supervisión de profesionales, a fin de evitar actividades contraproducentes.
¿Cómo afrontar el parto y el postparto durante la crisis del coronavirus?
Las circunstancias de cada parto son diferentes. Si es posible, conviene pactar con el hospital el momento y la manera de acudir al centro. De este modo, los sanitarios podrán prepararse para las necesidades específicas de cada caso.
Cuando la madre está infectada por coronavirus, los doctores tendrán que estudiar las medidas a adoptar. Existe la posibilidad de que se indique el traslado del recién nacido a la incubadora, como medida de aislamiento. Si se permite la convivencia de madre y bebé en la misma habitación se extremarán las precauciones. Es posible que se exija que el bebé permanezca en una cuna a varios metros de la madre, que tendrá que llevar mascarilla y lavarse las manos con frecuencia. También puede aconsejarse la presencia de un cuidador no infectado. La leche materna no transmite coronavirus (al contrario, aporta anticuerpos al bebé), pero puede ser apropiada la extracción para que dicho cuidador sea quien se encargue de administrarla. En todo caso, las recomendaciones de la OMS sobre lactancia materna han variado desde el inicio de la crisis, por lo que deberemos seguir lo indicado por los sanitarios.
Evidentemente, si la madre está infectada, el recién nacido tendrá que ser sometido a pruebas, que no representan peligro para su salud. Se han detectado muy pocos casos de bebés infectados por coronavirus durante los primeros días de vida; y los que hay son leves. Si madre e hijo están libres de infección, durante el postparto es fundamental extremar las medidas de higiene señaladas en el apartado anterior.