El colecho es un tema que preocupa e interesa a las familias y que en gran medida continúa siendo tabú en nuestra sociedad; quienes lo practican suelen ocultarlo, no solo a su entorno más cercano, sino también a profesionales sanitarios y educativos. Según los estudios más recientes, el 9% de las familias practica el colecho cuando comienza la noche y el 70% de ellas lo hace a lo largo de la misma.
En la mayoría de culturas del mundo se practica el colecho de distintas maneras y son pocas aquellas que consideran aceptable dejar dormir solo al bebé. No se trata, pues, de un fenómeno actual; al igual que el porteo de bebés, el colecho lleva practicándose desde nuestros orígenes.
Pero, ¿qué dicen los expertos sobre el colecho? La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través del Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil, basándose en sus propios informes explica el efecto protector de la lactancia materna frente al Síndrome de Muerte Súbita del lactante (SMSL) y reconoce el colecho como una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia aunque, a la vez, lo considera un factor que aumenta el riesgo de SMSL, desaconsejando su práctica en algunos casos específicos.
El Ministerio de Sanidad también se postuló a favor del colecho a través de la guía "Cuidados desde el nacimiento. Recomendaciones basadas en pruebas y buenas prácticas" (2010), en la que detalló los beneficios del colecho, cómo debe llevarse a cabo y los casos en los que no sería seguro practicarlo.
No obstante, la Academia Americana de Pediatría no recomienda compartir cama con bebés menores de 4 meses y afirma que los sofás son extremadamente peligrosos e incrementan extraordinariamente el SMSL y el peligro de asfixia.
A nivel afectivo y emocional, James McKenna, antropólogo especializado en el estudio de la evolución del sueño infantil, afirma que la forma en la que se duerme es un reflejo de la relación que ya existe, sea buena o mala. No hay evidencia científica de que dormir con el bebé sea la causa de cualquier efecto negativo a largo plazo.
Autores de gran relevancia actual como el pediatra Carlos González, en sus libros "Bésame mucho" y "Entre tu pediatra y tú", o la psicóloga Rosa Jové, en "Dormir sin lágrimas" y "La crianza feliz", también defienden y argumentan de manera científica los beneficios del colecho.
¿Por qué escogen las familias el colecho? Hay diferentes razones por las que las familias eligen esta opción como manera de descanso, siendo la motivación de los padres determinante en su adopción. En este sentido, podríamos hablar de dos variables o condicionantes:
· El colecho reactivo, como solución a una situación.
· El colecho intencionado, realizado de forma voluntaria.
También existen muchos mitos en relación al colecho; algunos de los más difundidos son:
· El colecho afecta a la calidad del sueño de padres e hijos.
· El colecho afecta al desarrollo emocional y psicológico del niño.
· Aquellos que colechan lo hacen porque no tienen otra alternativa.
· Es una práctica minoritaria.
¿Cuál es la conclusión? Según los estudios y la evidencia científica, el colecho es una opción que puede tener grandes beneficios pero que requiere de la adopción de ciertas precauciones para poder llevarse a cabo de una manera adecuada y segura.
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