Cada 23 de septiembre celebramos el Día Internacional de las Lenguas de Signos. Una alternativa utilizada por más de 70 millones de personas en todo el mundo y que cada vez más padres emplean para comunicarse con sus bebés. Entre los 6 y los 8 meses, los niños suelen estar preparados para recibir los signos. Es una herramienta que les permite expresarse antes de adquirir el lenguaje verbal; y que además, supone todo un estímulo para su desarrollo intelectual. Los resultados son espectaculares, como corroboran los más de 1.000 alumnos que han completado el curso «Lengua de signos para bebés» en Escuela Bitácoras.
Las primeras dudas que nos transmiten mamás y papás son casi siempre las mismas. "¿Cómo puedo saber si mi hijo está preparado para recibir signos? ¿Cuál es la mejor manera de empezar a ofrecérselos". La profesora del curso, Ruth Cañadas, nos ofrece consejos para dar los primeros pasos con calma y seguridad. "Cada bebé es distinto y se desarrolla a un ritmo diferente. Hay que tener en cuenta la etapa evolutiva en que se encuentra", advierte Ruth. No hay lugar para las comparaciones. Lo fundamental es observar, sin prisas ni prejuicios. "Hay una serie de acciones del bebé que nos darán pistas para saber si está preparado para recibir signos. Esto no significa que vaya a reproducirlos de manera inmediata", añade la profesora.
Más información sobre el curso «Lengua de signos para bebés»
Señales de que tu bebé está preparado para recibir signos
De acuerdo con el Baby Led Weaning, es preciso esperar a que un bebé sea capaz de sentarse solo y mantener la posición para ofrecerle alimentos sólidos. Con los signos sucede algo similar. Es importante que domine esta postura para que puedas sentarte frente a él, a su altura, cuando signes. Así podrá observar tus manos y tus ojos para asimilar la nueva forma de comunicación. A medida que adquiera experiencia podréis moveros más, pero inicialmente es imprescindible que te asegures de que puede ver perfectamente todo lo que haces.
Hay otros indicios que nos informan de que el bebé está listo. Cuando comienza a señalar objetos y personas, cuando va ampliando su repertorio de balbuceos... y por supuesto, cuando desarrollan su propia 'lengua de signos'. Porque ese gesto que nos hacen para que los cojamos en brazos, las clásicas palmitas o el 'lanzamiento' de besitos no son otra cosa que una lengua de signos. "Cuando empiezan a hacer estas cosas, puede ser un buen momento para empezar a mostrarle signos", explica Ruth Cañadas.
En los inicios hay dos factores clave: constancia y paciencia. El proceso es relativamente largo. No desesperes si te parece que tu hijo no reacciona a los signos. Con el tiempo empezará a hacerlo. Por ejemplo, si le haces el signo correspondiente a "darse un baño", es posible que sonría si le apetece. Esta emoción nos informa de que está comprendiendo el significado del gesto. No pasará mucho tiempo hasta que lo imite, quizás a su manera. Poco a poco evolucionará hasta usar el signo con soltura, combinando signos y palabras para construir frases. Lo esencial es perseverar hasta que entienda que puede comunicarse con las manos. "A partir de ahí, el proceso será más fluido y el niño demandará más vocabulario", apunta Ruth.
Empezando a ofrecer signos a tu bebé
Si quieres comenzar a ofrecer signos a tu hijo, dedica unos minutos a pensar en sus rutinas. Repasa sus actividades diarias: las horas de juego, las siestas, el baño, los momentos de comer... Atendiendo a su agenda puedes escoger 4 o 5 signos que tengas oportunidad de repetir varias veces a lo largo de la jornada. No incrementes la variedad de signos hasta que observes reacciones como las anteriormente señaladas. Añade un nuevo gesto cuando tengas la certeza de que comprende los que ya le has mostrado. No es necesario esperar a que los repita él mismo.
Es importante que adaptemos los signos a la etapa en que se encuentra el bebé. Los intereses, las preferencias y las capacidades comunicativas de un niño no son iguales a los 8 meses que a los 16. Los signos relacionados con las comidas, el baño y el sueño son sencillos de entender para los más pequeños. Con los que son algo mayores podemos ir un poco más allá. También podemos usar recursos de apoyo. Cuentos y lengua de signos forman una combinación perfecta para conectar con el bebé.
El curso «Lengua de signos para bebés» incluye todo lo que necesitas para aprovechar esta bella oportunidad de comunicarte con tu hijo. Contarás con el apoyo y el asesoramiento de Ruth Cañadas, educadora infantil e intérprete de lengua de signos. Te maravillará descubrir cuántas cosas puede contarte un bebé usando sus manitas.