El dominio del inglés es una herramienta enriquecedora para cualquiera. Lo es desde todas las perspectivas: personal, académica, cultural, profesional... Los padres conocemos la utilidad de conocer este idioma y por eso nos preocupamos por ofrecer a los niños la posibilidad de aprenderlo. Sin embargo, no siempre tenemos claro cuál es el mejor momento para comenzar, ni cuál es la mejor manera de hacerlo. ¿Esperamos a que estén escolarizados? ¿Contratamos a un nativo para que le enseñe? ¿Es cierto que los niños bilingües tardan más en hablar?
En el curso «Inglés de 0 a 3 años», Tania Asensi nos cuenta por qué los 3 primeros años de vida del bebé son la etapa perfecta para introducir el idioma. Iniciar el aprendizaje a esta edad tiene un montón de ventajas, para los peques y también para nosotros mismos. Es cuestión de sacudirse los miedos, descartar prejuicios y estar preparados para pasarlo bien.
1. Es el momento ideal para el aprendizaje de idiomas
"Los estudios científicos han demostrado que la etapa entre 0 y 3 años es el período óptimo de aprendizaje de lenguas. En estos momentos, cerebro está en una ventana de oportunidad", explica Tania. El cerebro de los niños pequeños tiene una plasticidad espectacular. Está abierto a todos los sonidos, independientemente del idioma al que pertenezcan. Esta impresionante capacidad se va perdiendo poco a poco, por lo que conviene aprovecharla mientras se mantiene vigente. Además, a estas edades los niños no necesitan traducir para aprender, como sí hacemos los adultos. Adquieren los idiomas de forma independiente e inconsciente, recorriendo caminos distintos aunque paralelos.
2. Puedes ofrecerle el inglés en casa
No necesitas grandes recursos para aprovechar esta ventana de oportunidad. Tu hijo puede empezar a aprender inglés en casa; es más, lo ideal es que así sea. Recuerda que los bebés ya escuchan la voz de su madre durante el último trimestre del embarazo, por eso pueden reconocerla al nacer. Ese sonido familiar les aporta bienestar y tranquilidad. No hay voz como la de mamá para contar cuentos o cantar nanas. Por supuesto, esa voz es la mejor para ofrecerle el inglés. Por otro lado, los vínculos afectivos también son decisivos en el aprendizaje de lenguas. Tanto es así que los seres humanos hemos desarrollado una manera de hablar única para dirigirnos a los bebés, el conocido como 'lenguaje parentese'. Cuando les hablamos de esa forma lenta y clara, con un tono más agudo, atraemos su atención y les ayudamos a desarrollar sus capacidades.
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3. Mamá y papá, los mejores 'profesores' para el bebé
La evidencia científica sostiene que cuanto más hablan los padres al bebé durante los tres primeros años de vida, más vocabulario y mejores capacidades para la lectoescritura tendrá en el futuro. Además, tú tienes un valor añadido para convertirte en el 'profe' ideal para tu hijo, algo que nadie más puede ofrecerle. ¿Quién conoce a tu bebé mejor que tú? Nadie podrá identificar con mayor precisión sus estados de ánimo o conocer cómo afronta cada momento del día. Si entiendes cuándo le apetece un cuento, podrás aprovechar el instante para contárselo en inglés. También eres la persona más capacitada para seguir sus intereses. Otra persona puede enseñarle que 'vaca' es 'cow' en inglés, pero sólo tú puedes saber si a tu hijo le interesan más los colores o los animales.
4. No necesitas un gran nivel de inglés para ofrecérselo a tu hijo
Este es un temor muy habitual entre mamás y papás. "¿Pero cómo voy a enseñarle inglés, si mi nivel es pésimo?". Lo creas o no, puedes hacerlo. No se trata de dar una clase magistral, ni de enseñar inglés a nivel avanzado, sino de ir presentando palabras, de cantar y jugar utilizando el idioma. Si estás dispuesta a aprender cosas básicas y sencillas, estarás preparada para ofrecérselas a tu hijo. No necesitas tener el dominio preciso para mantener una conversación adulta o una negociación profesional, sino asegurarte de que pronuncias y empleas correctamente las palabras que vayas a usar.
5. Lo más importante es que disfrutéis juntos
En el curso «Inglés de 0 a 3 años», Tania Asensi nos proporciona las herramientas necesarias para presentar este idioma a los niños. Los cuentos, los juegos y las canciones serán algunos de nuestros principales aliados. Es otro motivo para no preocuparte: todo pasa por disfrutar y pasarlo bien. Así, el inglés puede ser una excusa perfecta compartir momentos agradables y fortalecer vínculos. "Lo que realmente necesitan es que les transmitamos el idioma de forma respetuosa para desarrollar el gusto por él", resume Tania.
6. Evitarás que surjan dificultades en el futuro
¿Qué ocurre cuando un bebé observa que mamá y papá cuentan cuentos, juegan y cantan canciones en inglés? Como es evidente, asocia ese idioma a situaciones lúdicas y agradables. Esa base puede tener gran importancia en el futuro. Establecer una relación positiva con la lengua puede evitar frustraciones y rechazos cuando llegue el momento de un aprendizaje más rígido. Porque ellos aprenden jugando, así que para enseñarles... nada como respetar su juego y sumarnos a él cuando sea posible.