Una alimentación equilibrada y saludable es muy importante en todas las etapas de la vida. Por supuesto, la infancia es una fase especialmente delicada. El cuerpo de un niño está en pleno desarrollo y necesita ingerir nutrientes para completar procesos con normalidad. Como ya sabes, las cantidades no son tan relevantes como a veces tendemos a pensar los padres. Sí es fundamental que los alimentos que consumáis en casa sean sanos y no superfluos. A partir de esas premisas, respetar las preferencias del niño y sus sensaciones de hambre y saciedad, así como mantener un buen ambiente en la mesa, son aspectos que tampoco debemos descuidar.
Mientras crece, tu hijo también avanza en su desarrollo cognitivo. Su inteligencia, su memoria y su capacidad para aprender y generar nuevos hábitos progresan cada día. El cerebro cambia constantemente incluso durante el embarazo, antes del nacimiento. La alimentación también juega su papel en esto. No se trata de que un niño vaya a sacar mejores notas por comer más verdura, ni a la inversa. Como explica Griselda Herrero en el curso «Alimentación emocional», llevar a cabo estudios de asociación entre un nutriente y un determinado efecto es muy complicado. "Sí podemos decir que determinados grupos de alimentos o sustancias pueden tener efecto potenciador o inhibitorio en ciertos aspectos o funcionalidades, como el desarrollo intelectual de los niños", apunta la Doctora en Bioquímica y Dietista-Nutricionista.

Más información sobre el curso «Alimentación emocional»
¿Qué aporta cada alimento al desarrollo intelectual de un niño?
- Existe relación entre el consumo de ácido graso insaturado omega 3 y un mejor rendimiento cognitivo. El pescado azul, las nueces, el marisco o el aceite de soja son alimentos ricos en este nutriente.
. - Nuestra sensación de bienestar puede verse beneficiada por el consumo de alimentos ricos en triptófano. Lo encontrarás en la leche, los huevos, el pescado, las pipas de girasol...
. - El cerebro consume gran cantidad de energía para funcionar, hasta un 20% del total que empleamos a diario. Los hidratos de carbono complejos, presentes en tubérculos, cereales o la pasta, son una buena fuente.
. - El consumo de colina es necesario para la síntesis de los neurotransmisores y para fortalecer memoria y concentración. La clara de huevo, las frutas y verduras, el pescado, los frutos secos, los lácteos... contienen las cantidades que un niño precisa.
. - Un déficit de hierro puede alterar significativamente funciones cerebrales muy importantes. Los niños pueden obtenerlo de las legumbres, las verduras de hoja verde, los lácteos, las frutas y, ocasionalmente, de la carne roja.
. - Los ácidos grasos insaturados ayudan a mejorar la memoria y la concentración y al correcto funcionamiento de las neuronas. Ofréceselos a tus hijos con aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra...
. - Un déficit de calcio puede producir fatiga mental. Lo encontramos en los lácteos, los frutos secos, las legumbres, la soja... Conviene ser cuidadosos y no llegar al exceso, que puede inhibir la absorción de hierro y conducir a una anemia.
En el curso «Alimentación emocional», Griselda Herrero nos aporta más información sobre estos y muchos otros nutrientes. Además, también nos habla de alimentos que pueden perjudicar el desarrollo intelectual de los más pequeños y de otros factores que pueden influir en él, más allá de la dieta.

Más información sobre el curso «Qué le doy de comer a mi hijo»
Alimentación y educación alimentaria y nutricional
Seguir una dieta saludable durante la infancia no sólo es esencial por proporcionar al organismo los nutrientes que necesita. En esta etapa, tus hijos también interiorizarán percepciones y costumbres sobre alimentación. Lo que aprendan mientras son niños será determinante en lo que hagan cuando se conviertan en adultos independientes. La educación alimentaria y nutricional sirve para prevenir contratiempos como la obesidad, un problema cada vez más presente en nuestra época.
En el curso «Alimentación emocional», Griselda Herrero nos ayuda a entender cómo se relacionan comida y emociones. Con sus consejos aprenderás a detectar señales preocupantes en tus hijos, a prevenir trastornos y a fomentar conductas responsables. Esta formación es perfectamente complementaria con la que obtendrás en «Qué le doy de comer a mi hijo». El curso guiado por Miguel Ángel Lurueña, Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, profundiza en los aspectos clave de una alimentación saludable. Sus indicaciones, apoyadas en evidencias científicas rigurosas, nos aclaran qué alimentos debemos ofrecer y cuáles es preferible evitar en cada etapa del desarrollo de los niños.