"Mamá, papá... ¿de dónde vienen los niños". Tarde o temprano, formulándola de esta manera o con otras palabras, casi todos los peques plantean esta pregunta y otras relacionadas con ella. A menudo ocurre con el anuncio de la llegada de un bebé, ya sea en la propia familia o en otra cercana. Otras veces basta con que vean a una mujer embarazada en el vestuario de la piscina, en la playa, en la calle o incluso en una película. El caso es que es natural que los niños tengan un enorme interés en conocer de dónde vienen, cómo se forman y cómo nacen. Y por supuesto, que recurran a sus padres para resolver sus dudas. Este tipo de preguntas son, por lo general, las primeras cuestiones sobre sexualidad que nos plantean. Entre los 2 y los 3 años suelen surgir estas inquietudes.
"Lo importante es decir la verdad, no eludir preguntas y saber que las respuestas no son solo verbales", recuerda Blanca Torres en el curso «Sexualidad en la infancia». La forma en que mires a tu hijo, el tono que elijas cuando le hables sobre sexualidad, pueden darle tanta información como las palabras que utilices. Mantén la mente abierta y no intentes aplicar protocolos al pie de la letra. Cada niño, cada adulto y cada familia son un mundo diferente; y sólo vosotros podéis encontrar el modo de abordar estos temas sintiéndoos cómodos. Sin embargo, existen algunas orientaciones generales que pueden ayudarte a encontrar tu camino.
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Las preguntas de curiosidad: qué piensan los niños sobre su propio origen
No podemos reaccionar a las preguntas de un niño como si estuviésemos detrás de un mostrador de atención a los consumidores. Los discursos prefabricados para dudas frecuentes sirven de poco cuando son niños quienes interrogan. No sólo debemos pensar en lo que queremos decirles, también es fundamental interesarnos por las ideas que ellos ya tienen. Por tanto, una buena primera respuesta a la pregunta "¿de dónde vienen los niños?" podría ser, "¿de dónde crees tú que vienen?". Conociendo lo que piensan podremos establecer un buen punto de partida para la charla.
Muchos creerán que los bebés "salen de la barriga de su mamá", pero otros pensarán que vienen de los lugares más variados. En cualquier caso, les ofreceremos la verdad de forma que la comprendan. Podemos contarles que el cuerpo de las madres se prepara para que el bebé pueda salir por un orificio; y que los médicos pueden ayudar cuando esto no resulta sencillo, llegando a realizar una operación para facilitar el nacimiento. Como supondrás, es complicado que un niño se conforme con esto. Lo normal es que desee ver el orificio por el que salen los bebés, por el que él mismo salió.
Aquí pisamos terreno íntimo. Cada familia debe escoger la fórmula con la que se sienta segura y cómoda. Fotografías en internet, observación directa, libros sobre sexualidad para niños... existen muchos recursos y tendrás que pensar cuál encaja mejor con tu situación. Aún así, ten presente que continuarán necesitando explicaciones y acompañamiento. Lo que ven en libros infantiles no suele corresponder a lo que observan en el cuerpo de su mamá u otras mujeres. A menudo, para explicar la gestación y el parto, los libros muestran ilustraciones del útero. Tendremos que aclararles que eso está en el interior de lo que ellos pueden ver.
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Más preguntas frecuentes de niños de 3-7 años sobre el origen de los bebés
¿Pueden los hombres tener bebés? ¿Y yo? ¿Es doloroso el parto para una mujer? ¿Y para los bebés, que siempre lloran al nacer? ¿Dónde está el bebé mientras su mamá está embarazada? ¿Cómo se alimenta? ¿Cómo respira? Son algunas de las dudas que los niños suelen plantearnos sobre su propio origen. Sin olvidar aquella que muchos papás temen y ante la que se quedan en blanco: "¿cómo se forma el bebé?, ¿cómo llega al útero de la madre?". En «Sexualidad en la infancia», Blanca Torres aconseja que les contemos la verdad "de la manera más natural". A los más pequeños, por ejemplo, podemos contarles que son necesarias las células del papá y la mamá, que se unen en ese lugar especial dentro del cuerpo femenino, parecido a una cuna.
Es recomendable buscar construcciones como ese "parecido a", evitando así otras del tipo "es como". Los niños pueden tomar la literalidad de nuestras palabras; así que si les contamos el clásico "es como si papá plantase una semilla en mamá", podemos dar pie a confusiones. No descartes que tu hijo imagine un trozo de tierra que alguien debe regar. Las explicaciones acostumbran a ser más eficaces cuanto más se corresponden con la realidad, sin dejar de ser comprensibles para ellos.
En este sentido, es bueno recordar el papel del padre en el embarazo y el nacimiento de los niños. Ten en cuenta que ellos sólo ven una mujer con una gran barriga. Explicarles de qué formas puede intervenir un hombre en el proceso establece una base sobre la que podremos desarrollar otros conceptos en el futuro. Las diferencias entre la paternidad biológica y la crianza, la adopción, las familias monoparentales, las parejas formadas por dos personas del mismo sexo... un montón de temas para los que requerirán nuestro acompañamiento.