Cada 21 de junio celebramos el Día Internacional del Yoga. Con el reconocimiento de esta jornada, la Asamblea General de las Naciones Unidas intenta difundir los maravillosos beneficios de practicar yoga a cualquier edad. Son muchas las familias que han elegido esta disciplina para mantenerse en forma y establecer rutinas saludables durante la cuarentena por el coronavirus. En la llamada nueva normalidad el yoga también tiene mucho que aportarnos. Porque no sólo sirve para cuidar nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. Así lo destacan las Naciones Unidas en la convocatoria del Día Internacional del Yoga 2020. Se ha podido demostrar la influencia positiva del yoga en las capacidades de atención, concentración y relajación de los niños.
"Con las escuelas cerradas y las actividades de las vacaciones de verano canceladas, los padres tienen dificultades para mantener a sus hijos físicamente activos. El yoga puede ser la solución. Los niños y las niñas pueden practicar cualquier postura de yoga sin correr ningún riesgo y obtener los mismos beneficios que un adulto. Entre estos beneficios se incluyen una mayor flexibilidad y un mejor estado físico, así como una mayor capacidad de atención y relajación".
Naciones Unidas

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Estudios sobre yoga y mejora de la concentración de los niños
Un trabajo publicado en 2015 llevó a cabo una revisión de varios estudios sobre los efectos de practicar yoga en centros escolares. Las conclusiones de la investigación son muy interesantes. Se constataron cambios positivos en los niveles de tensión y ansiedad de los niños. Además, se percibieron mejoras en su humor, autoestima y memoria. Un segundo estudio, en este caso realizado en 2016 en una escuela de Nueva York, alcanzó resoluciones parecidas. Tras un año practicando yoga los alumnos experimentaron progresos en su atención, su autoestima y su autorregulación; reduciendo su estrés y mejorando su rendimiento académico.
Es obvio que el yoga es capaz de sanar interiormente a los niños. Este formidable poder queda aún más de manifiesto al explorar los efectos de la práctica en niños con determinados trastornos. Un estudio de 2017 revisa la literatura científica al respecto. "La práctica del yoga apunta beneficios para niños y adolescentes que padecen trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), trastorno del espectro autista, trastornos de la alimentación, ansiedad en general y social, así como para los que han sufrido exposición a eventos traumáticos", sostienen los autores.
Practicar yoga con cierta continuidad durante algunas semanas basta para comprender cómo y por qué influye de este modo en el ánimo y el bienestar de los niños. Cuando realizan determinados ejercicios, nuestros peques encuentran un momento de calma y pausa. Tienen una oportunidad para sumergirse en su mundo interior y conocer su propio cuerpo de forma simultánea. Dos actividades relativamente sencillas a las que, sin embargo, no solemos dar importancia en el día a día.

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Cómo empezar a practicar yoga con tus hijos
Practicando yoga controlamos la postura de nuestro cuerpo y nos concentramos en nuestras emociones. Sentimos y respiramos, aprendiendo sobre nosotros mismos al mismo tiempo que combatimos el estrés diario. El resultado es un equilibrio tranquilo, un estado de ánimo en el que nos sentimos mejor con nosotros mismos, con los demás y con el entorno. Para los niños, esto conlleva una mejor predisposición al aprendizaje. Por tanto, el yoga no es únicamente actividad física, ni mucho menos. También tiene un importantísimo componente de educación emocional, aspecto que con frecuencia queda en segundo plano dentro de la educación de los niños en la escuela y en el hogar.
Con el curso «Yoga con bebés» aprenderás a familiarizar a tus hijos con esta práctica desde pequeñitos. A menudo, los padres vivimos con estrés los primeros meses de vida de los niños, preocupados por su salud y sus necesidades. El yoga nos ayuda a crear momentos de conexión y tranquilidad en los que prestamos atención al cuidado del vínculo. Victoria Maganto, profesora del curso, lleva más de una década acompañando a familias en la práctica del yoga. Siguiendo sus consejos podrás descubrir y hacer tuya una disciplina que es puro alimento para el bienestar de bebés y niños.