Hay personas tremendamente miedosas y personas con poca tendencia a sentir miedo. Algunas tienen pavor a un montón de cosas diferentes, otras sólo tienen un temor acusado. Hay quien lleva teniendo miedo a algo toda su vida y quien desarrolla un miedo en cierto momento. Esto es más o menos igual para niños y adultos. Pero mientras los mayores tenemos que gestionar nuestro propio pánico -aunque a menudo no seamos verdaderamente capaces-, ellos recurren a nosotros cuando algo les atemoriza. De la respuesta y el acompañamiento que ofrezcamos dependerá, hasta cierto punto, el desarrollo de ese miedo.
En el curso «Miedo en la infancia», la psicóloga Blanca Torres ofrece herramientas para entender y acompañar los temores de los niños; y al mismo tiempo, para manejar nuestras preocupaciones y evitar el 'efecto contagio'. "Los padres no sólo debemos afrontar los miedos de nuestros hijos, sino también nuestra propia preocupación ante ellos", indica Blanca, experta en psicología clínica infantil.
Para empezar a comprender los miedos, lo primero que tenemos que hacer es dejar de negarlos. Por eso conviene desterrar esas frases que todo niño ha escuchado alguna vez en boca de su mamá o su papá: "no hay que tener miedo" o "no tengas miedo". Aunque siempre las decimos con la mejor de las intenciones, el resultado puede ser más que contraproducente.
Más información sobre el curso «Miedo en la infancia»

Por qué no debes decir "no hay que tener miedo" a un niño asustado
Nunca es buena idea negar o rechazar una emoción, especialmente si es una que nos hace sentir mal. Ten en cuenta que un niño asustado no ha escogido sentirse de esa manera; y lo que hacemos al utilizar estas palabras es pedirle que deje de sentirse así. No está en su mano hacerlo, por lo que lo único que conseguiremos será meterle presión y no calmar su ansiedad. "Estaremos generando incomprensión. Sentirá que no entendemos la emoción que tiene, por lo que estará a solas con ella", explica Blanca.
La psicóloga nos recomienda "validar, naturalizar y desdramatizar". Para ello, podemos sustituir la expresión "no tengas miedo" por frases parecidas a las siguientes.
- Validar: "entiendo que sientas miedo".
- Naturalizar: "es normal sentir miedo".
- Desdramatizar: en función de la edad del niño, podemos hacerlo a través de explicaciones. "El miedo es bueno porque es una señal de que quizá tenemos que tomar precauciones ante un peligro". En función de su nivel de madurez, podemos describir también las reacciones fisiológicas al miedo: el aumento del ritmo cardíaco, la sudoración, los cambios en la forma en que respiramos... Le ayudará a conocerse mejor.
Se trata, ante todo, de no quitar importancia al miedo, de no juzgarlo, algo que sí hacemos al decir "pero si eso es una tontería". Blanca Torres insiste en transmitir a los niños y niñas que la valentía no consiste en no sentir miedo, sino en tener capacidad para analizarlo, tomar precauciones y afrontarlo. "La valentía sólo aparece cuando se tiene miedo", señala la psicóloga.
Más información sobre el curso «Acompañamiento emocional»

Por qué es esencial "evitar la evitación" ante el miedo
Es evidente que un niño asustado no se siente bien. Ante esta circunstancia, muchos padres tendemos a alejarles de aquello que ha generado el miedo. Por supuesto, no se trata de obligar al peque a enfrentarse a una experiencia para la que no está preparado; pero Blanca subraya que tampoco podemos caer en el exceso de protección. "Si evitamos todo aquello que nos genera miedo, angustia o ansiedad, puede aparecer una fobia. Hay que evitar la evitación", apunta. La clave está en ayudarles a exponerse poco a poco.
Con niños pequeños, suele resultar muy útil poner jerarquías a los miedos; esto es, ayudarles a expresar cuánto miedo les produce algo. Por ejemplo, dibujando un termómetro, o haciendo bolas de plastilina con tamaños y colores acordes al nivel de miedo que sientan. "El hecho de cuantificar el miedo les ayuda a controlarlo mejor. Además, como padres, nos ofrece información para saber cuánto podemos exponerles", matiza Blanca Torres.
En el curso «Miedo en la infancia» descubrirás múltiples herramientas para ayudar a tus hijos a exponerse al miedo de manera segura y controlada. A través del juego, con apoyo de cuentos, usando la imaginación... 4 horas de vídeo en calidad 4K, con 10 lecciones para comprender los temores más frecuentes en la infancia y gestionar las inquietudes que toda mamá siente.