La fotografía es una bonita manera de contar la historia de tu familia. A menudo, cuando un bebé llega al hogar, mamá o papá sienten el deseo de comenzar a manejar una cámara. Las fotos nos permiten recordar cómo eran, cómo jugaban, cómo crecieron... y compartirlo con ellos cuando son mayores. Si eres abuelo, quizá hayas vivido esa preciosa experiencia que es mostrar a tus nietos algunas imágenes de sus padres de niños. Son placeres sencillos que están al alcance de todos; y más en la actualidad, en una época en que todos llevamos una cámara de fotos en el bolsillo. La pregunta que todo novato se hace es la misma, ¿por dónde empiezo?
En el curso «Fotografía de familia», Eva Gascón te ayuda con los primeros pasos y las primeras dudas. Como podrás comprobar, es posible empezar a disparar con una cámara sencilla sin tener conocimientos avanzados... e incluso sin salir de casa. "El hogar es una gran fuente de inspiración y un espacio en el que todo es fotografiable", explica Eva. Cuando hay peques de por medio, la diversión está asegurada, aunque a veces tengamos que echarle paciencia. Sus juegos, sus risas, sus momentos de calma y hasta sus travesuras servirán para llenar el álbum familiar de bellas imágenes. "Si dibujan en la pared o tiran el papel higiénico por el cuarto de baño, recuerda: ¡haz la foto antes de enfadarte! Dispara primero y enfádate después", recomienda Eva Gascón.
La importancia de la luz al fotografiar en interiores
La iluminación es uno de los aspectos esenciales a tener en cuenta a la hora de fotografiar en casa. Disponer de buenas fuentes de luz es importante, pero importa mucho más saber detectar los lugares y los momentos en que contamos con una iluminación adecuada. "Seguro que en tu casa hay una fuente de luz natural que puedes aprovechar. Se trata de saber dónde está y cuál es la mejor hora para hacer fotos", comenta Eva.
Es posible que tu sala de estar no tenga una ventana por la que entren chorros de sol. Pero tal vez por la ventana de la cocina penetre la luz a primera hora de la mañana. ¿Por qué no hacer una sesión fotográfica alrededor del desayuno de los niños? Si en la estancia en la que quieres hacer fotos no hay luz natural, puedes tirar de lámparas. Eso sí: cuidado con su colocación. "Las lámparas son nuestras grandes aliadas. A veces pensamos que por encender las luces del techo la habitación está bien iluminada, pero digamos que para el sensor de la cámara no lo está tanto", advierte la profesora del curso «Fotografía de familia».
Contra la falta de luz, creatividad y originalidad. Velas, la luz de una tablet al usarla, incluso la del frigorífico cuando se abre la puerta... escogiendo ángulo e instante, podemos obtener hermosas fotos. "No desdeñéis ninguna de las fuentes de luz que tengáis por casa", insiste Eva.
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La belleza de fotografiar escenas cotidianas en casa
Planear una sesión fotográfica con motivo de una ocasión especial puede ser divertido. Sin embargo, los planes no son imprescindibles. Y mucho menos si tu cámara siempre está lista para captar un momento irrepetible. Con la batería cargada, dispuesta para que podamos disparar en apenas unos segundos. "La cámara siempre tiene que estar preparada... y cuanto más pequeño sea tu hijo, en un estante más alto", subraya Eva Gascón.
Las fotos con preparación previa pueden ser preciosas, pero también hay belleza en el caos que los niños desatan en sus juegos. Como la hay en su hora del baño, que cuenta con la ventaja añadida de marcarles un campo de acción y movimiento más reducido. Por no hablar de la siesta, que además es un momento en el que tenemos bastantes posibilidades de contar con luz natural.
"Lo fundamental no es que las fotografías sean siempre perfectas, sino que recojan algo que nos identifique", explica Eva. Con el curso «Fotografía de familia» aprenderás a conseguir los mejores resultados con los recursos de los que dispongas. Porque las fotos que hacemos hoy son los recuerdos que compartimos mañana. Cuando tus hijos sean adultos no querrás imágenes impecables, sino fotografías que te transporten a los instantes más felices de su infancia.