El masaje infantil es reconfortante para cuerpo, alma y mente; tanto para padres como para hijos. Así lo certifican investigaciones abundantes y variadas. Pero la abrumadora evidencia científica no debe hacernos olvidar que el masaje es, ante todo, un "aquí y ahora", como explica Cristina Saraldi en el curso «Masaje infantil a través del juego». Los beneficios más importantes para ti no tienen por qué coincidir con las conclusiones generales que exponga un estudio. Lo fundamental es lo que puedas ver con tus propios ojos. Ofrecer y recibir un masaje establece una relación especial en un momento único. Es posible que te sorprenda cómo puede ayudar a tus hijos y a ti misma, que percibas detalles que ninguna investigación puede describir.
Además, los datos sobre los beneficios del masaje no han dejado de actualizarse. Constantemente recibimos nueva información que nos habla de las bondades de los instantes de tacto y contacto. Como punto de partida resulta útil acudir a la clasificación de Vimala McClure, que apunta varios aspectos en los que se advierte la fuerza y la eficacia del masaje infantil.
Beneficios a nivel de interacción
El momento del masaje es un momento exclusivo. Tú estás con tu hijo, tu hijo está contigo. El mundo se detiene, durante algunos minutos no existe nada más. Es tiempo de gran calidad en el que reforzamos vínculos y cuidamos el apego. Además, trabajamos el hábito de comunicarnos de diferentes formas. A través de las palabras, del cuerpo, de las miradas... Cuando son muy pequeños, el masaje también puede ayudarnos a comprender su llanto. Empleada como tiempo especial, es una herramienta muy potente para mejorar y fortalecer relaciones.
Beneficios a nivel de estimulación
El cuerpo en su conjunto se beneficia de los masajes. Además de contribuir en la maduración del sistema nervioso, estimulan los aparatos respiratorio, circulatorio, digestivo... Por otro lado, incentivan el desarrollo del tono muscular. En el caso de los niños, la estimulación del lenguaje es también muy notoria. Al masajear podemos enseñar palabras, contar cuentos, cantar canciones... que el bebé aprenderá desde la tranquilidad y el bienestar.
Beneficios relacionados con el alivio
Los masajes ayudan a muchos niños a mitigar varios de sus problemas más frecuentes. El estreñimiento, los gases, los cólicos, los dolores musculares, los malestares cutáneos... Como añadido a los tratamientos indicados por profesionales sanitarios, recibir un masaje ayuda al niño a mejorar su estado general. Sin lugar a dudas, aplacar el nerviosismo que ocasionan estas contrariedades es un primer paso para sumergirnos en la calma y el descanso.

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Beneficios en la relajación
Algunos niños con problemas de sueño descubren en los masajes un remedio eficiente. Incluyéndolos en sus rutinas previas a irse a la cama podemos ayudarles a tener un reposo más largo y de mayor calidad. Cristina Saraldi advierte que esto no sucede en todos los casos, por lo que no obtener este efecto no significa que estemos haciendo algo mal. Sea como sea, el masaje fomenta la liberación de las hormonas del estrés. Relaja el tono muscular y atenúa las molestias que se acumulan a lo largo del día.
Beneficios para los padres
Ten presente que ofrecer masajes a tu hijo no sólo es bueno para él. También para ti. Conocerle de forma profunda, comprender sus sentimientos, conectar con él y contigo misma... son beneficios que alimentarán su autoestima, pero también la tuya. Porque un masaje es un instante de paz y eso nos proporciona confianza. "Un aquí y un ahora: esa es la forma de hacer un masaje", dice Cristina Saraldi.
Beneficios para la familia
El masaje no es exclusivamente un momento íntimo entre dos personas. Hay circunstancias que permiten la participación de más miembros de la familia. Piensa en la llegada al hogar de un nuevo hermano. Es un momento complejo que podemos acompañar a través de los masajes. Incluir a los mayores en la rutina es una manera de fomentar los juegos, la unión y la creación de relaciones saludables con el más pequeño.
Beneficios para la sociedad
Todos los beneficios que hemos expuesto alimentan la felicidad de individuos y familias. La consecuencia directa es que también la sociedad se vea favorecida. "Los recursos que permiten estar 'aquí y ahora', compartir desde el amor, mejoran el mundo. Eso es lo que hacen las semillitas que aportamos en el día a día. Si hacemos masajes a nuestros hijos y parejas, estaremos mejor. Salimos a la calle y eso se transmite", concluye Cristina Saraldi.
Educadora de masaje infantil por AEMI, Cristina comparte las claves para sacar el máximo partido a estas técnicas en el curso «Masaje infantil a través del juego». En 17 lecciones y más de 3 horas de vídeo en calidad 4K, descubrirás una de las formas más apasionantes de conectar con tus hijos.