La creatividad es una virtud muy valorada. Afortunadamente, cada vez somos más los padres y educadores que tratamos de tener sensibilidad hacia el potencial creativo de los niños. Intentamos acompañar su curiosidad y prestar atención para detectar sus intereses; y cuando surgen, los respetamos y los estimulamos. Sucede que solemos entender la creatividad como algo vinculado a disciplinas artísticas. Y por supuesto, este vínculo existe, pero no de forma excluyente.
"La creatividad no es una especie de fluido que pueda surgir en cualquier dirección. La vida de la mente se divide en diferentes regiones, que yo denomino ‘inteligencias’, como la matemática, el lenguaje o la música. Una determinada persona puede ser muy original e inventiva en una de esas áreas sin ser particularmente creativa en ninguna otra", indica Howard Gardner. Este psicólogo e investigador americano es autor de una célebre clasificación de inteligencias. Para profundizar en ella y conocer cómo estimularlas, te recomendamos el curso «Inteligencias Múltiples», con Miriam Escacena.
El caso es que la creatividad no sólo se alimenta de actividades orientadas específicamente al arte. En realidad, como suele ocurrir con los niños, esta capacidad se nutre constantemente de todo lo que tienen a su alrededor. De sus experiencias y sus emociones, de las palabras que les decimos, de la manera en que les tratamos... Hay muchísimos factores que influyen en el desarrollo de la creatividad de un niño. Y como podrás imaginar, el estilo parental de sus adultos de referencia es uno de los más importantes.
Estilos parentales y creatividad
¿Qué haces cuando tus hijos rompen una norma previamente establecida? ¿Qué actitud adoptas y qué medidas tomas? Tu estilo parental puede deducirse a partir de tus respuestas a estas preguntas. En el curso «Rabietas y límites desde el respeto», el psicólogo Alberto Soler analiza cada uno de ellos, tomando como referencia la clasificación elaborada por Diana Baumrind. Lo habitual es que cada madre y cada padre reúnan características de más de un estilo, aunque suele haber uno predominante. Y ése es el que tiene mayor influencia en la formación de la personalidad y el carácter del niño.
"Lo que permite distinguir a los individuos creativos son sus modos de utilizar provechosamente las intuiciones, los sentimientos y las experiencias de la niñez. [...] Ciertamente, sostengo que el creador es un individuo que sabe afrontar un desafío absolutamente formidable. Es capaz de vincular los conocimientos más avanzados alcanzados en un campo con la clase de problemas, cuestiones, asuntos y sentimientos que caracterizaron fundamentalmente su vida de niño lleno de asombro. En este sentido, el adulto creador hace uso repetido del capital de su infancia. El lastre especial de la era moderna parece que es borrar los primeros años de la niñez".
Howard Gardner en la obra 'Mentes Creativas' (1993)
Así, tu estilo parental definirá en cierta medida el capital creativo que tus hijos acumulen durante su infancia. Generar y mantener vínculos de apego seguro impulsa en los niños cualidades como la imaginación, la perseverancia y la flexibilidad. Es importante transmitir interés por sus ideas e iniciativas, pero también amor incondicional y respeto por su autonomía. Existen estudios que demuestran que los niños más creativos proceden de hogares afectuosos, donde se ofrecen libertades e independencia y se valora la pluralidad de puntos de vista. "Los hogares en que se fomenta la originalidad y la capacidad de tomar decisiones son lugares seguros para experimentar la creatividad", exponen Pagona Bournelli, Anastasia Makri y Kostas Mylonas.
Por contra, las investigaciones de Diana Baumrind en los 60 ya apuntaban que los hijos de padres negligentes, incapaces de gestionar límites y autonomía, evidencian problemas para desarrollar las competencias vinculadas a la creatividad. Algo parecido sucede con los padres autoritarios. Los castigos y el control excesivo cercenan la curiosidad y la innovación. Podemos concluir que, además de estímulos específicos, para fomentar la creatividad son precisos los rasgos del estilo parental democrático. Un nivel equilibrado de exigencia, unas normas justas y flexibles, comunicación fluida y frecuente, interés sincero, escucha activa y amor incondicional son algunas de ellas.
Más información sobre el curso «Claves para criar desde el apego seguro»
La creatividad y las emociones
Como has podido comprobar, el mundo emocional del niño juega un papel determinante en el desarrollo de su creatividad. María José Llorente Wattenberg nos invita a enseñarles a gestionar sus emociones de forma creativa. El curso «Creatividad y gestión emocional» contiene las herramientas para crear en casa un espacio seguro de expresión y experimentación. Durante las casi 4 horas del curso, María José nos muestra cómo la creatividad puede ser un valioso recurso en la gestión de emociones. Y al mismo tiempo, cómo el equilibrio emocional es el mejor aliado de una mente creativa.
El autoexamen y la autocrítica son esenciales en el acompañamiento de niños y adolescentes. Los padres debemos asumir que no sólo cuenta qué hacemos y con qué intención, sino también las formas empleadas. Lynn Lott y Jane Nelsen proponen, desde la Disciplina Positiva, apostar por la educación a largo plazo, enfocada a brindarles competencias relevantes para la vida adulta. Analizar nuestro propio estilo parental es un paso ineludible en este camino.