Portear a tu bebé es abrazar su futuro. Eso es lo que nos recuerda el eslogan de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos en su edición 2020. Las circunstancias extraordinarias de este año, sumadas a las complicaciones lógicas de un evento de alcance mundial, han llevado a las organizadoras a flexibilizar las fechas de celebración. La SICB se prolonga en 2020 durante todo el mes de octubre, con el eslogan «Abrazando el futuro». Una consigna atinada, porque los beneficios del porteo se extienden mucho más allá del momento presente. A medio y largo plazo también observamos sus consecuencias positivas.
Las mamás que portean escuchan casi a diario comentarios sin fundamento sobre el tema. No suele haber malas intenciones tras ellos, pero el miedo y los prejuicios provocan que algunas personas recelen de esta práctica. El porteo es seguro, cómodo, natural, sencillo y saludable; eso sí, siempre y cuando se realice en condiciones adecuadas. En el curso «Portea bien a tu bebé», Elena López, experta asesora de porteo, nos enseña cómo hacerlo. Porque cuantos más bebés disfruten del porteo, más niños y adultos felices tendremos. La evidencia científica demuestra que esta manera de criar contribuye a su bienestar presente y futuro.
1. El porteo facilita la transición desde el útero al mundo exterior
En condiciones normales, los bebés nacen después de cuarenta semanas de gestación. En ese momento abandonan un mundo en el que tenían abrigo, alimento y seguridad, el mundo del útero de su madre; y llegan a otro nuevo, en el que no pueden sobrevivir por sí mismos. Es difícil imaginar el shock que esto supone para un recién nacido. Según las investigaciones realizadas sobre esta cuestión, los niveles de estrés de los neonatos se reducen significativamente si se encuentran en un entorno relativamente similar al conocido. El porteo permite al bebé estar en contacto directo con su madre, sintiendo el ritmo de su corazón y su respiración.

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2. El porteo favorece la lactancia materna, el mejor alimento para el bebé
La alimentación es una de las principales inquietudes de madres y padres durante las primeras semanas de vida del bebé. Como ya sabes, la leche materna contiene todos los nutrientes que un niño necesita durante su primer año de vida; y debe ser alimento exclusivo en el semestre inicial. Pero, ¿sabías que el contacto físico madre-hijo estimula la producción de oxitocina y prolactina? Así, el porteo nos ayuda a asegurarnos de que el peque disponga del mejor alimento posible. Se ha relacionado el uso frecuente de un porteador en el primer mes de vida con una significativa mejora de la lactancia durante los meses siguientes (fuente).
3. El porteo fortalece vínculos entre madre e hijo
Si hay algo absolutamente decisivo en la felicidad de mamá y bebé, eso es la fortaleza del vínculo que les une. Cuanto más robusto sea mejor se sentirán ambos. Hay múltiples factores que influyen en la creación y el mantenimiento de estos lazos; y el porteo es un fabuloso aliado en casi todos ellos. Sabemos que las madres que suelen estar en contacto con sus hijos detectan y atienden más rápidamente sus necesidades; y que esto favorece la creación de vínculos de apego seguro. Recuerda que sentir la proximidad y el calor de mamá es una necesidad de enorme importancia para los peques, que están seguros y tranquilos cuando saben que ella está cerca. El tipo de apego que marque su infancia será además determinante en sus relaciones en edad adulta.
4. Las madres que portean gastan menos energías
Criar es una tarea exigente y agotadora. No cabe la menor duda. Hay quien piensa que cargar con el bebé usando porteador no es más que una manera de malgastar valiosas energías que necesitamos para otros asuntos. Cuando hay un recién nacido en casa, lo necesario y lo idóneo es tenerlo cerca todo el tiempo; por lo que si no usamos porteador, estaremos continuamente tomándolo en brazos. "Al llevar un bebé en brazos se gasta un promedio de un 16% más de energía que utilizando una herramienta [como un porteador]", apunta este estudio publicado en 2007.

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5. El porteo contribuye al desarrollo físico saludable del bebé
Más maravillas del contacto físico directo y frecuente entre mamás y bebés: la ciencia nos ha enseñado que sirve para estimular el correcto crecimiento de los peques, en especial en casos de nacimiento prematuro. Un tenue masaje, como el que proporciona el dulce vaivén que experimentan en el porteador, favorece el fortalecimiento de sus huesos y les ayuda a ganar peso. Es interesante repasar lo que las investigaciones apuntan sobre el masaje infantil y su relación con las prácticas que fomentan el contacto madre-hijo, como el porteo.
6. El porteo ayuda a que los bebés sientan que sus necesidades están cubiertas
Ya hemos mencionado antes la importancia de que las madres detecten rápidamente las necesidades del bebé, para atenderlas con premura y contribuir a la creación de vínculos de apego seguro. Pero, ¿cómo podemos saber que un bebé porteado siente que sus necesidades están cubiertas? El llanto es un indicador preciso: un recién nacido llora cuando tiene hambre o sueño, o cuando necesita atención, higiene o afecto. Pues bien, un estudio experimental concluyó que los bebés porteados unas 3 horas al día (en momentos aleatorios y no en respuesta a llanto previo) lloran un 43% menos a lo largo de la jornada. Hay más investigaciones que apuntan en la misma dirección. El contacto físico no es una opción, sino una necesidad real; y el porteo nos ayuda a cubrirla.